En esta primera entrada en nuestro nuevo blog quiero hacer una pequeña reflexión sobre uno de los problemas más comunes en ciclismo… el sillín.
Es curioso que cuando le pregunto a los ciclistas que acuden a ErgoSport, a realizar un estudio biomecánico, si tienen algún tipo de lesión o molestia, muchos omiten los problemas con el sillín, al menos hasta que se les pregunta específicamente por ello, en ese momento su respuesta es: “ah, sí, sí, se me duerme todo” o “sí, bueno, cuando llevo un rato no siento nada”.
Parece que en algunos casos damos por supuesto que esto es normal o, al menos, algo inevitable, por lo que nos resignamos a esta situación, pero esto no es así. Una excesiva presión puede ocasionar problemas, como roces, forúnculos, patologías en el sistema genitourinario masculino, etc. Si, además, estas molestias se mantienen en el tiempo, las consecuencias pueden ser mayores.
Los ciclistas que padecen estas molestias, ya sean hombres o mujeres, no deben resignarse, pero tampoco deberían de hacer pruebas aleatorias para intentar solucionar dicho problema.
Esta situación puede estar provocada por un sistema multifactorial de causas, que desembocan en los problemas ya mencionados. Por este motivo es fundamental llevar una correcta altura de sillín, sin olvidar que la inclinación del mismo, también puede ser fuente de problemas, ya sea por una inclinación excesivamente alta o baja. Además, habrá que considerar qué anchura de sillín se adapta mejor a mi anatomía, pero sobre todo, qué forma y grosor son los más adecuados, teniendo en cuenta la posición que llevo sobre la bicicleta, la superficie de apoyo que tengo, etc..
En conclusión, los problemas en la zona perineal son más habituales de lo que parecen, tanto en hombre como en mujeres, y la mayoría de los casos pueden solucionarse con un correcto ajuste biomecánico y una buena elección del tipo de sillín.
Espero que os animéis a buscar una solución.